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Unknown
En esta época domina la moda francesa tanto
en hombres como en mujeres. Se utilizaban los calzones cortos con medias de
seda, chupa y casaca que, a mediados del siglo, se vuelve más reducida y con
pliegues laterales hacia atrás y mangas estrechas. Con la caída de la dinastía
francesa vuelve el traje simple y se llevan calzones ajustados hasta media
pierna, chaleco, corbata y casaca, faldones con cuello alto y vuelo, pelucas
empolvadas y rematadas por un lazo, incluso sombreros de tres o dos picos.
Después de la revolución, se deja el cabello largo y liso, sombreros de copa
alta cónica o en tubo, con alas cortas y más tarde zapatos con tacón de color
al que se añaden lazos o hebillas y botas altas con vueltas. La mujer viste con
painers o verdugados anchos y aplastados en los dos frentes, corpiño acorsetado
y escote con gasas o encajes. Polonesas, batas con cuello de encaje y manga
larga. En el traje francés, corpiño puntiagudo, mangas abolladas, faldas rectas
y abiertas, que luego son drapeadas con polizón y larga cola. Cuello doblado,
mangas tirantes hasta el codo con chorreras. Junto con la revolución desaparece
el vuelo de la falda y se imita a las vestiduras clásicas: talle alto, chaquetilla
corta con manga larga, falda con pliegues, grandes escotes, chales y guantes
largos. En cuanto al peinado, hacia atrás con rizados que luego se hacen más
altos y voluminosos con tirabuzones, lazadas y plumas. Bonetes y sombreros de
alas anchas. Zapatos con tacón alto y punta estrecha, y luego de algún tiempo
se pasaron a los bajos.

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