El Renacimiento italiano (capa corta y sin
capucha), el birrete, el sombrero con plumas y los zapatos de punta roma y
ancha. Las mujeres también llevaban sus bullones y acuchillados pero en las
mangas, y su gorguera rizada, además de las faldas y sobrefaldas, jubones y
corpiños, capas o mantos rozagantes y su cofia para la cabeza. A partir de la
segunda mitad del siglo, la creciente importancia de la monarquía española,
impone en Europa el estilo de la corte del emperador Carlos I de España, un
estilo de gran sobriedad, caracterizado por el uso de colores oscuros y prendas
ceñidas, sin arrugas ni pliegues y aspecto rígido, sobre todo en las mujeres en
las que se impone el uso del verdugado. En el borde superior de la camisa se
usa un cordón que dará lugar a la gorguera o lechuguilla.
0 comentarios:
Publicar un comentario